lunes, 20 de abril de 2015

Cómo es posible

Explícame dulce belleza:
cómo es posible tu vileza
que mi universo a desgarrado
y convertido en incertezas.

Cómo es posible, soledad,
que la idea de que existieras
antes nunca atormentara
a este alma equilibrada.

Y que ahora si te pienso
con la angustia que me anega
se enfangan remos y velas
y oigo solo a las sirenas.

¿Qué me hiciste endiablada bruja
de petrea mirada y tiernos labios?,
¿pronunciaste acaso hechizos milenarios?
¿porqué a Tántalo me uno en sus plegarias?

Eres tú, no quiero más y nunca estás
fuerza hirviente de oleaje que jamás
se enreda con escollos de verdad
y me tienta algunas noches a olvidarme
de mi busqueda titánica; y falaz
me invita a confesarle
que la amo una vez más.
Y ella se va.
¿Cómo es posible, soledad?
¿Porque cuando está ella tu no estás?
¿Porque no queda ella y tú te vas?





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