domingo, 13 de enero de 2019

Faltan colores, sobra miedo

La sociedad de lo instantáneo ha hecho de nosotros unos seres endebles con muy poca capacidad para la adversidad.
Toda la trama de realidad superflua ha sido cargada de una importancia que no tiene y muchas cosas importantes para la construcción de un individuo crítico han sido eliminadas de nuestro horizonte, como si nos hubieran puesto unas gafas con las que no podemos ver sus colores para encontrarlas, el problema de esas gafas es que las aceptamos porque creemos con ellas y por ellas que somos y necesitamos ser lo que ellas están programadas para hacernos ver unicamente.
Vamos por una vía llena de comodidades para que no queramos bajarnos del vagón y correr campo a través de nuestras infinitas posibilidades.
Tenemos aprendido el miedo a dudar de lo establecido, a crear nuevas alternativas, tenemos miedo a fracasar y que, paradójicamente, el mundo que supuestamente deberíamos transformar con nuestra poderosa y única identidad no nos acepte de vuelta. Nos tienen atados de pies y manos y las cuerdas son de miedo.