lunes, 20 de abril de 2015

Cómo es posible

Explícame dulce belleza:
cómo es posible tu vileza
que mi universo a desgarrado
y convertido en incertezas.

Cómo es posible, soledad,
que la idea de que existieras
antes nunca atormentara
a este alma equilibrada.

Y que ahora si te pienso
con la angustia que me anega
se enfangan remos y velas
y oigo solo a las sirenas.

¿Qué me hiciste endiablada bruja
de petrea mirada y tiernos labios?,
¿pronunciaste acaso hechizos milenarios?
¿porqué a Tántalo me uno en sus plegarias?

Eres tú, no quiero más y nunca estás
fuerza hirviente de oleaje que jamás
se enreda con escollos de verdad
y me tienta algunas noches a olvidarme
de mi busqueda titánica; y falaz
me invita a confesarle
que la amo una vez más.
Y ella se va.
¿Cómo es posible, soledad?
¿Porque cuando está ella tu no estás?
¿Porque no queda ella y tú te vas?





miércoles, 8 de abril de 2015

Por no hablar de futuro

Me escaparía contigo al otro lado del mundo,
porque hoy no existes más que tú para llenar esta cabeza cuando queda vacía,
no llega nada más que todo lo que no se de ti,
todas las interrogantes que son tus hoyuelos
todas la ignorancia que tu sonrisa me hace sentir
la emoción de descubrirte, sin hablar aun de encontrarte,
la potencial maravilla de esos centímetros de tu piel que aún no he acariciado.

Quiero que me entierres en tu pecho y me escondas de todos mis miedos,
aunque tú aun no sepas que los tengo,
quiero que me protejas aunque tú aun no sabes que soy fragil.

Ven ahora que no hemos empezado a juzgarnos,
mezclemos esta sensación de primer amor con lo que ya sabemos que nunca pasa,
hagamos de este momento su mejor representación, ahora, pues conocemos el desenlace.

Pierdete en idealizar mi inteligencia, huye de descubrir sus limites, imaginala infinita,
piensa lo mismo de mi sonrisa, por favor, haz como yo que te creo la más bella, de verdad,
la más decidida de las mujeres que cruzó el humbral, ahora que no tienes sombras
ahora que somos dos faros que nos guiamos ciegos del otro.

Llévame allí a donde si no nunca hubiera ido, voy de tu mano,
ingenua confianza a lo desconocido, nada espero, no puedes decepcionarme.
Eres oro impesable o impensable aún por la razón, habitas en el corazón y allí todo dice tu rostro y tu voz.

No durará eternamente, ¡corre!¡ven! aprovechemos el fogonazo para escapar,
si cierro los ojos veo manchas de lo que ya debería saber, pero solo eres tú ahora,
nada más, no hay lugar para mi y es un silencio que adoro, la plenitud de todo lo que aun no puede ser transformado, en un estado físico tal que escapa de todos los recipientes que  poseo.

¡Corre!¡huyamos! hasta que no queden islas para naufragar. Si no, si no es por esto, entonces ¿porque nos hemos encontrado?

lunes, 6 de abril de 2015

¿Podré?

Acercarse a la mejor versión de mi mismo...
No se, hay un momento en el que solo siento miedo, y es casi como si supiera que está perdido ese camino.
En frío se que es el pensamiento nacido del pánico a saltar, pero en el momento la lógica se obstruye sin sentido y no entra en esa escena que es solo miedo.

Yo podría digerir mi propio fracaso si llega, mi propio hundimiento, podría gestionar la más grande de las crisis de identidad de mi vida si todo se va a la mierda. Tengo esa capacidad, lo se. Pero todo lo que está fuera de mi me aterroriza, no puedo controlarlo, no puedo administrarlo. Son demasidos "esperamos tu éxito", "sabemos que lo lograrás" y "ahora que ya estás ahi es cuestión de un empujoncito" que no aceptarán, ya no la caida, si no la toma de decisiones fuera de lo convencional que puedan llevarme o no a ella.

"Frivolizarán tus sueños, los harán sonar estúpidos, se mofarán del ideal"


Es solo un terreno de los grandes ese explorado sin miedo, incluso con orgullo, es solo de aquellos que solo se cuestionaron con preguntas propias y no con los miedos de los demás. Porque es justo no saber si funcionará, pero no es justo responder que no como si se supiera y menos aun si no es ni siquiera tu propia pregunta. Nos proyectamos sombras los unos a los otros y solo debería ser la nuestra la que portemos.

¿Caeré en la plácida fantasia de creer lo que todos dicen?
Me gustaría poder jurar que no; no quiero ser el próximo Che Guevara, pero quiero vivir una vida llena de plenitud sin engañarme con todo lo superficial. Ojalá pueda, ¡ojalá!.

domingo, 5 de abril de 2015

El reloj de ayer

No era un reloj cualquiera
era un tanto despistado
de tal guisado lo era
que en mi cuarto quedó encerrado.

Era tanta su perdedura
que no llevaba ni bien la hora
contento vivía su locura
al pasado cantando una oda.

Las tres, son las dos, ¡no! las cuatro
le dije como si en el teatro
nos hubieramos perdido
una entrada, una pausa o un entreacto.

Un dia ya él se puso triste
y yo fui y le pregunté
¿porqué eran las ocho y veinte
y no las diez y diez?

Me dijo, te echaba de menos,
quería volverte a ver
quizás le pusieras en hora
al volver tu muñeca a prender.

Entendí qué es lo que sentía
y le dejé entonces marchar
solo espero que algún dia
vuelva él; y tú de la mano detrás.