domingo, 23 de septiembre de 2018

Otro día más

Bajó la intensidad de la pantalla del teléfono al mínimo, como si se hubiera acordado de repente.
Ya llevaba tumbado un rato en la cama y no se dormía, bajando y bajando por Facebook como si algo le importara lo más mínimo.

Sus grandes momentos del día habían sido reenviar aquel meme tan gracioso por waspp a todos sus  contactos que sabía que no se ofenderían con aquel humor y ver cómo triunfaba, como si tuviera algún mérito suyo.
Estuvo muy pendiente de los "double check" de aquella chica con la que flirteaba toda la tarde, imaginando hipótesis sobre si ella estaría jugando ese juego de veo y paso.
Caras sonrientes, cerveza chocando y confeti por la mañana al responder a un colega que le comento que tenía nuevo curro. "Jajajas" sin mover un músculo facial.
El medio día fue de Netflix con aquella basura que le embolizaba el cerebro de aquel modo que tanto le gusta. Ya iba por la sexta temporada.
Aprovechó el rato en el baño para "swipear" a la derecha todo lo que le dejó Tinder como si fuera pesca de arrastre.
Entro unas 10 veces en todo el día en Amazon para mirar los precios de su "wish list" y terminó comprando una batería externa que no necesitaba en un breve pero eficiente ataque de ansiedad consumista.

Ahora se había quedado dormido, el móvil a un costado con la pantalla en reposo emitía sin embargo un parpadeo luminoso, débil señal de que el tipo seguía vivo, de que al menos existía.