Este año acaba, el académico, pues mi vida aun responde a estos ciclos.
El fundido en negro viene a recoger la imagen, a menguarla en el centro, último fotograma de una película inclasificable que me deja como lección poder creer en lo imposible, imposiblemente bueno pero también y sobre todo malo.
Con escenas ralentizadas para captar cada esencia en su aroma y otras que pasaron tan rápido que aun no se si dara tiempo a meterlas en el minutaje de la cinta.
Una banda sonora casi siempre triste con giños a sonrisas acústicas torcidas, gatos tocando el piano y uso de temas de todas las épocas para abarcar el abanico inmenso de situaciones.
La secuela se huele; tantas lineas argumentales sin cerrar, y a la vez tantas otras finalizadas al estilo "Canción de Fuego y Hielo" que sera inevitable continuar la saga, espero que con carácter renovado y buenas y frescas ideas, yo no quiero más de lo mismo.
El fundido en negro viene a recoger la imagen, la abraza, la extinge, la pone fin en una cinta que creo que guardaré en el sotano, junto a las otras, pero con una pegatina en rojo que diga "no volver a ver, muy mala"
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Después de todo... de todo se aprende para recibir lo merecido.
ResponderEliminarme gusta la foto pero no la pegatina en rojo
ResponderEliminarLa pelicula tiene momentos y personajes geniales, pero no querria verla entera de nuevo por que la trama general es cruda. A mi también me gusta la foto :)
EliminarÁnimo Adrián. Por aquí te estamos esperando para echar alguna que otra noche compartiendo inquietudes, ideas, comida, bebida, pipas de agua y, sobre todo ilusiones y planes futuros. Un fuerte abrazo amigo :)
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