Con el sabor de un nuevo amor en el alma, con el pesar por el tiempo perdido, desilusionado ya de este estío viajé a una tierra que ahora, a mi vuelta, me es mas familiar.
Un lugar donde las gentes se reunen para conversar con el corazón, donde te reciben como a un hijo y te tratan como a un señor.
Un lugar donde la musica está en el aire y une a todos en unas fiestas que desprenden alegria.
Un lugar lo suficientemente pequeño para no estar marcado por la impersonalidad de grandes ciudades y lo suficientemete grande como para albergar a toda aquella gente que quiere de verdad a la tierra que le vio nacer. Sin narcismos territoriales.
Jovenes con sueños y aspiraciones, pensamientos limpios en mentes claras. Una fiesta a la vida, al afán de superación en el día a día y al sueño de vivir juntos en perfecta armonía.
Ha sido genial ser espectador y participe en estos dias.
Gracias Astorga.
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tan filosófico como tu!
ResponderEliminarbesos!
p.