Asi es.
Tomamos conciencia de la realidad que nos rodea de una manera parcial, que no desgaste nuestra mente con esfuerzos por comprender el todo. Y asi es como nos damos de bruces contra el muro que nuestra propia indiferencia , de la que ahora renegamos, nos crea en frente de nuestros objetivos.
Me veo ahora con unos apuntes de los que no me debo quejar, pues son un buen favor, con pocos dias por delante para preparar un examen que esta ahí desde hace tres meses y siento estar viviendo un deyavú demasiado familiar e incordioso.
Todo culpa mía claro
"El sabio no se sienta para lamentarse, si no que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho"
William Shakespeare
Eso es muy duro tio.
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