sábado, 11 de octubre de 2014

Vosotras

No soy valiente, voy a tenerte un día en frente y sucederá igual, ya sucede, todos los días me cruzo contigo en la mirada de esa chica, en el cándido paso de aquella otra, la melena que rebosa sobre aquel rostro, las manos que recogen aquel bolso que deja escapar historias.

Me enamoro siempre, de todas vosotras, de cada una, pues hayo en cada palpitar de corazón diverso una rítmica que podría acompañarme siempre o por un tiempo. Aquella cariñosa, tú de forjado temperamento, la dulce caricia que esconde la timidez de otra, quizas una mi más fiel confidente o el empeño de quererme de esa que tan siquiera sé como se llama, a quien no se ni en que lengua hablarle.

Otro día se cierra trás la puerta de mi cuarto y fatigado de no intentar me apoyo en ella y repaso todo lo que no te he dicho.

Eres tan sensual, tan tierna, tan segura, tan inquieta, dubitativa, pensadora, sueñas, ries, lloras, me miras, me ignoras, eres veloz y efimera, estable y eterna, desconocida, amiga, un dia nos dijimos "hola", estás detrás de un cristal, a cientos de metros, en un coche que se aleja, o podría tocarte ahora mismo. Quizás ni siquiera existes.

Estás en todas las miradas de aquellas que alguna vez han clavado sus ojos en mi y me han sonreido automatica, sincera, incosciente, cordialmente o de corazón.

Puede que  pienses igual que yo o nada parecido, puede que me hayas descartado o ni siquiera me has conocido.

Te amo mujer, como incognita y respuesta a este silencio que encuentro cuando ni siquiera pregunto cuando ni siquiera busco, pero te descubro en cada una de vosotras.

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