domingo, 27 de diciembre de 2009

Viaje al sur


El cabo quedo suelto y el marinero que quedaba allí a lo lejos lo recogió.

La barca poco a poco se fue separando del muelle y el pedazo de agua que la alejaba de allí se fue haciendo enorme hasta que la tierra desapareció de mi vista.

El viento soplaba golpeándome la cara con su tenue mano a la vez que hinchaba la vela como si quisiera desgarrarla, la espumosa mar besaba los costados de mi diminuto bote.

El cielo parecía estar a un palmo de mi cara y alcé mis dedos para sentir su suave tacto.

El resplandeciente sol iluminaba la inmensidad del océano jugando con la sombra que proyectaba el mástil en su superficie.

“Podía ir a donde quisiera, nada estaba demasiado lejos, nada era inalcanzable”

Una primigenia alegría emergió de mi abdomen llenando en un segundo todo mi cuerpo de una energía vital señalada por un brutal escalofrío que hice desembocar en un vigoroso alarido de libertad.

“quizás fuera al sur”

------------fin-----------

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