jueves, 3 de octubre de 2013

Aguapanela

A la vuelta de la esquina y después de haber estado hablando con el camarero de amores, desamores, deseos y devaneos el muchacho continuó su camino aun mirando para atrás con esa sonrisa de soñador que le caracterizaba y sin darse cuenta tropezó con aquella muchacha:

-¡Cuidado!

-Uis, perdona, ni te vi, casi la lío y tiro todo el aguapanela calentito...

-¿Aguapanela?¿y eso qué es? preguntó ella jueguetona... déjame adivinar ¿agua con panela?

-Muy perspicaz. Y limón, ¿no lo conoces?¿cómo no lo conoces? Anda prueba...-dijo cabeceando contrariado y ofreciéndole el vaso.

Y ella probo; pero no solo el acaramelado gusto de aquel azúcar de caña, si no que en aquel sorbo aquel muchacho le dio también su mirada encantadora y su tacto suave en el paso de aquel sencillo vaso que sin imaginárselo jamás antes estaba presenciando la magia de un encuentro en torno a él en su efímera vida antes de la papelera.

-¿Te gusta?

-Si... Es como un té ¿no?

-Bueno, algo como una infusión, me gusta en los días fríos, me templa el cuerpo y el espíritu y además...

El espíritu; podía decirse que el de ella no estaba allí ya, o de cierto modo estaba, pero fuera, cual viaje astral pero para quedarse simplemente mirando lo que le pasaba y deseando enormemente prolongar aquel mágico momento en el que se veía a si misma frente a aquel chico con su vaso caliente mas que cogido abrazado sin siquiera escucharlo pues era como un foco de energía radiante que enmudecía todos los sentidos que no fueran inclasificables.

-... a si que es por eso que siempre la tomo.

-Aham- asintió ella como descendiendo.

-Ahora me tengo que ir a clase. Nos vemos por aquí.

-Si- parpadeó- nos vemos por aquí.




-...

1 comentario:

  1. Que vivia la aguapanela..
    testiga de de varios tropezones
    y gracias a ella cada encuentro se vuelve dulce y calientito
    Oji.

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