Odio de mi tener delante una mujer
saber en mente que decir
frenar un gesto, soslayar
mirar los ojos y mentir.
Odio de mi el ser cobarde
ignorante del fracaso
por miedo a enfrentarle,
retorcido al dar un paso.
Ojala no sufriera estos yerros
con la mujer que mi alma toca
y asi recitarle estos versos
de Federico García Lorca:
"No quise.
No quise decirte nada.
Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de risa y de oro.
Se meneaban.
No quise.
No quise decirte nada."
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me voy a hacer fan de tu blog. Soledad? Tú nunca estarás solo ni aunque quieras! Muchos besos desde los paises catalanes.
ResponderEliminar